Aquí la entrada principal. Todavía quedaban restos de nieve del temporal de varios días atrás.
Y nada más cruzar la primera puerta nos encontramos con esto. Miles de personas paseando por la calle principal y comprando en las decenas de puestecitos de Souvenirs. Lo increíble, es que a pesar de que muchas tiendas tienen exactamente los mismos productos no se hacen competencia y mantienen precios casi idénticos. Por lo que si te gusta una cosa en un sitio, difícilmente lo vas a encontrar más barato en el mismo barrio.
La calle luce adornos típicos de la época Edo. Merece la pena pasearse por esta calle aunque no estés interesando en visitar templos o santuarios.
Entre las callejuelas puedes se puede avistar al gran gigante "Tokyo Sky Tree" a lo lejos. Por cierto, ¿Os habéis dado cuenta en los detalles de los edificios más próximos?
Después de una caminata entre innumerables tiendas de Souvenirs encontramos la segunda puerta. Todavía más bonita que la primera.
Y finalmente el templo Sensoji. Que después de todo lo que se ha visto, puede que a algunos ya no les sorprenda.
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